Sé como el sol, Levántate temprano y no te acuestes tarde.
Sé como la luna, brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.
Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela.
Sé como las flores, Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces
Sé como el buen perro, obediente pero nada más a su Señor.
Sé como la fruta, Bella por fuera, saludable por dentro.
Sé como el día, Que llega y se retira sin alardes.
Sé como el oasis, Da tu agua al sediento
Sé como la luciérnaga, Aunque pequeña emite su propia luz.
Sé como el agua, Buena y transparente.
Sé como el río, Siempre hacia adelante.
Y por sobre todas las cosas, Sé como el cielo: La morada de Dios.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tu eres mi Dios, tu espíritu bueno me guie a tierra de rectitud. Salmo 143:10
Señor, no permitas que me quede donde estoy. Ayúdame a llegar a donde tú esperas que llegue.